Teleférico de Zacatecas, el primero y el más famoso de Méxicoo

Fotos: cortesía Sectur Zacatecas

Ahora que los teleféricos están de moda, al menos en la Ciudad de México, y que sus habitantes comienzan a disfrutar de las ventajas y el atractivo de este eficiente, aunque no tan desconocido medio de transporte, convendría hacer algunas precisiones; pues si bien el teleférico de la capital mexicana va en camino de convertirse en el más popular del país, no es ni de lejos el primero que se instaló en el país.

Y antes de que nuestros amigos de la CDMX comiencen a pensar que esta innovación llegó por primera vez a Iztapalapa con el nombre de Cablebus, es necesario recordar que el primer teleférico que se instaló en México fue en la ciudad de Zacatecas, por allá por el año de 1979.

Fue a propuesta de la señora Ana María Rojas de Pámanes, esposa del entonces gobernador de Zacatecas, Fernando Pámanes, que se decidió iniciar a construcción del que a la postre se convertiría en el primer y más famoso teleférico de México, en el año de 1977.

Su construcción finalizó dos años después y fue el 3 de octubre de 1979, que el propio presidente José López Portillo lo inauguró formalmente para beneplácito no solo de la esposa del gobernador sino de toda la ciudad de Zacatecas.

Desde entonces a la fecha, este teleférico cruza la mayor parte de la ciudad desde la parte baja en el cerro del Grillo, hasta el cerro de La Bufa, convirtiéndose así en uno de los símbolos más conocidos de Zacatecas y en uno de sus más socorridos atractivos turísticos; recibiendo anualmente a miles de turistas pues ofrece algunas de las más espectaculares vistas de la urbe, desde donde es posible admirar lugares emblemáticos como la catedral, el Templo de Fátima y las misma Plaza de Armas.

En septiembre de 2016 fue sometido a un mantenimiento mayor que igualmente tomó dos años para dejarlo en óptimas condiciones después de casi 40 años de servicio, fue así que, en mayo de 2018, volvió a vérsele cruzar los cielos zacatecanos con varias mejoras entre las que destaca un mejor sistema de seguridad con sistemas automatizados y más cabinas, incluyendo una con piso de cristal.

Luego de tantos años de funcionamiento, no resulta extraño que este teleférico se haya convertido en uno de los más grandes referentes turístico de la ciudad, y recorrer sus cielos a 85 metros de altura sea una de esas experiencias que ningún visitante puede perderse.