¿Toronto en 48 horas?, aunque no lo creas es posible

7 de febrero de 2018 | Noticias

 

Con información y fotos Turismo Toronto


Con frecuencia muchas personas se hacen la misma pregunta, ¿es posible conocer una ciudad en 48 horas? . Y la respuesta es menos complicada de lo que parce, claro que si, desde luego no en la profundidad ni con el detalle de un viaje planeado, pero el secreto está en saber optimizar el tiempo, definir perfectamente qué lugares quieres conocer y no tener miedo de lanzarte a la aventura. Después de todo, son miles los viajeros, especialmente los de negocios, que constantemente se ven involucrados en esta situación, y ya sea por falta de ánimo o de espíritu aventurero, pierden la oportunidad de conocer un destino aunque sea “a la carrera”.


Aunque 48 horas pudieran escucharse muy pocas, son más que suficiente para darse una muy buena idea de cómo es una ciudad y qué tanto tiene para ofrecer. Si bien ahora hablamos de Toronto, este consejo aplica para todo destino en el mundo.


Qué decir de Toronto, la Nueva York canadiense, una ciudad vibrante, moderna, vanguardista que puede presumir al mismo tiempo de un contraste poco común entre esa modernidad y un pasado que remite inequívocamente a la época Victoriana, dotándola de una atmósfera muy particular y llena de encanto. Llena de museos, cafés y rincones con acogedores., Toronto es el perfecto destino para jóvenes viajeros.


Día 1.

El recorrido comienza en el Aeropuerto Internacional de Toronto: Pearson International Airport, si eres de los que no se puede perder ni un solo minuto, te recomendamos tomar el UP Express un tren que te llevará a la estación principal de Union Station en tan solo 25 minutos. Y si deseas llegar al aeropuerto igual de rápido, este medio de transporte se dirige hacia la Terminal 1 cada 15 minutos.


Una vez que llegues al centro de la ciudad, tendrás a unos cuantos metros la CN Tower, que con sus 553m de altura es considerada un ícono nacional y una maravilla de la ingeniería. Aquí podrás realizar una de las actividades favoritas de los locales: tomar un brunch. Una buena opción es hacerlo en el restaurante giratorio 360° Restaurant mientras observas las maravillosas vistas de la ciudad. Si te consideras muy aventurero, anímate a caminar sobre una plataforma alrededor de la torre a 356 metros de altura en la atracción del EdgeWalk.


Una vez que bajes de la famosa torre, llénate de adrenalina con un emocionante partido de beisbol en el Rogers Centre, hogar de los Blue Jays, el equipo de la ciudad. A un costado del estadio, encontrarás la casa de más de 16,000 animales marinos: el Ripley’s Aquarium Museum. En este acuario conocerás sobre la conservación de especies de agua salada y dulce como cangrejos, medusas, anguilas, mantarrayas y tiburones. El lugar cuenta con áreas interactivas para los más pequeños y un túnel submarino en el que podrás sentirte como en su hábitat natural.


Camina sobre York Street para llegar a Nathan Philips Square, donde podrás tomarte la típica fotografía con las letras de la ciudad o con el fondo de Toronto City Hall. Tras un largo día en el centro de la ciudad, puedes seguir sobre Queen Street para llegar al afamado Graffiti Alley. En esta zona, verás el distrito bohemio de la ciudad con pequeñas tiendas de concept store y hasta bares con diseños únicos.


Día 2.

Para el segundo día, anímate a descubrir Old Town en bicicleta. Dirígete hacia el sur donde encontrarás el mercado de comida más antiguo: St. Lawrence Market, que destaca por su arquitectura colonial. Aquí descubrirás todo tipo de productos locales, pero no puedes irte sin probar el delicioso sándwich de Peameal Bacon (tocino canadiense) en el local de Carousel Bakery.


Posteriormente, dirígete hacia Distillery District y toma el Distillery Deluxe Tasting Tour donde conocerás a fondo sobre la historia de la destilería Gooderham and Worts, mientras degustas un delicioso whiskey canadiense. Después de una larga caminata, tu apetito se verá sorprendido por la comida de Cluny Bistro & Boulangerie, un restaurante estilo francés que destaca por su diseño vintage (y su pan hecho en el momento).


Si te gustó la arquitectura victoriana, te invitamos a conocer el área de Kensington Market. Este es un vecindario sumamente divertido. Se encuentra ubicado a un costado de Chinatown, el barrio chino más grande e importante de la ciudad. Su aire relajado y las fachadas de las casas llenas de color, hacen de este espacios la mejor opción para tomar fotos eclécticas y comprar todo tipo de recuerdos.


No puedes decir que fuiste a Toronto sin haber recorrido el Royal Ontario Museum, uno de los museos más grandes sobre cultura e historia natural. Explora alguna de sus exposiciones permanentes como la de los dinosaurios, el antiguo Egipto y muchas otras. O si lo prefieres puedes aprender con las exposiciones temporales, que comparten con los visitantes información de una manera única.


Para una cena inolvidable, te recomendamos ir a Sassafraz, seguramente la ubicarás porque es una casa de color amarillo ubicada en la esquina de Bellair y Cumberland, en el barrio de Yorkville, el lugar más fashion de la ciudad. Sus platillos te sorprenderán por fusionar la comida francesa con la cocina canadiense. Si todavía tienes ganas, puedes visitar el resto del distrito y dar un vistazo a los aparadores de las tiendas de lujo.